
El tiramisú es un postre moderno, no tradicional. Tiene su origen en la parte Este del Norte de Italia, en la región del Véneto (cuya capital es Venecia) en los años cincuenta. Algunas fuentes concretan su creación exacta en los burdeles de la región. La maîtresse, a los clientes aficionados (pero también a las mujeres) les ofrecía un dulce diciendo con cortesía estas palabras emblemáticas: Anda, toma cariño, que te doy una cosa que «te tira su»..
La expresión «te tira su», , podría ser el equivalente en castellano del «tentempié», pero no tanto a la manera de un aperitivo, pues el tiramisú como dulce es mucho más fortalecedor y de efecto inmediato gracias a la cantidad de glúcidos que lleva.
Ingredientes:
- Bizcochos de soletilla
- 250 gr. de mascarpone
- 3 huevos
- 80 gr. de azúcar (preferible glas)
- Café
- Ron.
- Cacao amargo
Elaboración:
Separar las yemas de las claras, batirlas con la mitad del azúcar, durante al menos 5 minutos y mezclar con la varilla el mascarpone. Reservar en la nevera.
Batir aparte las claras a punto de nieve con el azúcar restante. Incorporar con suavidad a la mezcla de las yemas. Es aconsejable reservar en la nevera esta mezcla, al menos durante 2 horas. Si lo preparas sobre la marcha, tampoco pasa nada.
Preparar mientras, una taza de café (se puede hacer perfectamente con café instantáneo) y añadir un vasito de ron, u otro licor que os guste. Si hay niños en la casa mejor no poner nada de licor.
Mojar ligeramente cada bizcocho en el preparado anterior, y poner una capa en una fuente, cubrir con la mitad de la crema extendiéndola bien. Sobre la crema poner otra capa de bizcochos mojados siendo la última capa de crema. Finalizamos nuestro postre espolvoreando una fina capa de cacao amargo.
Una vez este listo, tapar con film de cocina y llevar a la nevera donde lo dejamos que repose hasta el día siguiente.
Tenemos listo un casero y sencillo postre que gusta a todo el mundo.