
Seguro que alguna vez habéis escuchado el dicho de “pasado el tiempo de Don Carnal, llega el de Doña Cuaresma”, es decir, los 40 días que hay entre Carnavales y Semana Santa. Somos un país de tradiciones que influyen directamente en nuestras costumbres y por supuesto en los platos que preparamos en nuestras casas.
En época de Cuaresma, la tradición religiosa dictaba la “vigilia” o prohibición de comer carne, que además de estos 40 días, también se extendía a todos los viernes del año. Uno de los platos más típicos de estos días es este potaje de cuaresma o vigilia.
Ingredientes:
- 800 gr. de garbanzos cocidos
- 500 gr. de espinacas frescas
- 300 gr. de bacalao desalado
- 1 cebolleta
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de salsa de tomate
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 12 huevos de codorniz
- Unas hebras de azafrán
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración:
Poner aceite en una cazuela amplia y cuando esté caliente sofreír la cebolla y el ajo, todo picadito muy menudo, añadir la hoja de laurel y un poco de sal, cuando esté pochado añadir la salsa de tomate y el pimentón, remover y agregar las espinacas lavadas y cortadas, rehogar hasta que se bajen.
Si los garbanzos son de bote, lavar y escurrir, agregar a la cazuela y cubrir de agua, añadir el azafrán y el bacalao limpio de espinas y pieles cortado a trozos, rectificar de sal y cocer 10 minutos a fuego bajo, añadir los huevos de codorniz cocidos y partidos por la mitad.
Dejar reposar y si podéis hacerlo de un día para otro mucho mejor, ya que está delicioso de un día para otro, bueno, cada día que pasa está más rico.
Disfrutar de este sano y rico potaje de cuaresma con huevos de codorniz.
SONRÍE, después buscamos el motivo.