Crujientes, doradas y deliciosas. Las croquetas de bacalao caseras, son un clásico de nuestra gastronomía. Hace décadas eran las únicas croquetas que se podían tomar en Cuaresma.
La receta que hoy comparto me ha encantado toda la vida, ya que el bacalao es mi pescado preferido, suelo hacer bastantes para después congelar y tener de fondo de congelador, ¿cómo algo tan exquisito puede ser tan fácil de preparar? Ideales para el tupper.
Ingredientes:
- 1 kg. de bacalao desmigado y desalado
- 1 cebolla
- 1 litro de leche entera
- 120 gr. de harina
- Pan rallado para rebozar
- Harina para rebozar
- 3 huevos
- Sal
- Aceite de oliva
- 1 cucharada de mantequilla
Elaboración:
Picar la cebolla bien pequeña, añadir aceite y mantequilla a la cazuela y sofreír la cebolla hasta que este blandita ( no dorada) añadir el bacalao desmigado y picado, sofreír hasta que se absorba el agua que suelta y poner un poco de sal. Cuidado que el bacalao no esté demasiado salado.
Agregar al sofrito la harina, rehogar e ir añadiendo la leche poco a poco sin parar de remover, cocer durante unos 20 minutos y probar por si necesita sal, no dejar muy clara porque luego cuesta mucho formar las croquetas. Dejar que repose la masa en un recipiente tapado con papel film para que enfríe.
Meter en la nevera, yo las dejo de un día para otro. Pasado este tiempo ya se puede dar forma a las croquetas.
Preparar cuatro platos, uno con harina, otro con pan rallado, otro con huevo batido y el último con papel absorbente de cocina. Pasar primero las croquetas por harina, luego por huevo y por último por pan el rallado. Llegado a este punto ya se pueden congelar.
Preparar una sartén con aceite y cuando este caliente ir friendo por tandas. Una vez las tengamos doradas las dejamos reposar en el plato con papel de cocina.
Y listas unas deliciosa croquetas de bacalao que acompañadas de unas patatas fritas o una buena ensalada tenemos una cena de 10.
