Existen distintas versiones del plato estrella del verano, y la receta que hoy comparto es un gazpacho con aguacate, y que sigue el tomate manteniendo todo su protagonismo.
No estamos delante de una sopa verde, aquí la idea es añadir el aguacate a los ingredientes clásicos del gazpacho pero sin que acapare todo el sabor. Esta fruta, si está bien madura, permite obtener un gazpacho más meloso, de sabor muy suave y mucho más nutritivo y saciante.
Ingredientes:
- 800 gr. de tomates maduros
- 1 aguacate mediano maduro
- 50 gr. de cebolleta
- 1 pepino pequeño
- 1 diente de ajo
- Zumo de limón
- 1 cucharada de vinagre
- 100 ml. de aceite de oliva
- Sal
Elaboración:
Pelar los tomates si no tenemos una batidora o robot potente, trocear la cebolleta y lavar y trocear todas las hortalizas, poner en un cuenco grande o vaso de robot de cocina. Añadir la sal, un poco de vinagre e incorporar la pulpa de aguacate mezclada con zumo de limón y remover bien.
Empezar a triturar con batidora o robot de cocina, subiendo la velocidad poco a poco para triturar bien las pieles. Remover de vez en cuando y seguir triturando.
Cuando se obtenga una mezcla homogénea, empezar a añadir aceite poco a poco mientras se tritura para emulsionar, o echarlo de golpe y triturar a alta velocidad. Probar y corregir de sal, o añadir más vinagre o aceite.
Si no hemos pelado los tomates o no tenemos un robot potente, podemos pasar el gazpacho por un colador chino para dejar una textura mucho más fina y delicada.
Meter en la nevera y servir bien frío.
El gazpacho de aguacate pide una guarnición que agradezca la textura algo más densa, como huevo duro picado, jamón en taquitos, bonito en aceite, mojama picada o picos y regañas de pan crujiente. Regar con un hilo de buen aceite antes de servir, y si tenemos más aguacate se puede añadir también como guarnición.