Fritada aragonesa

«El sueño es media vida y la otra media, la comida»

Sin duda, la fritada es uno de los platos indispensables del recetario clásico aragonés. Esta elaboración destaca por la versatilidad de sus formas, ya que según la oferta del mercado hará que intervengan un mayor número de hortalizas.

La fritada aragonesa hay que distinguirla del pisto, este lleva tomate y la fritada no, esta lleva patata. Además de las hortalizas, también se le puede incorporar huevo trabado, trocitos de jamón, bonito en escabeche o caracoles, entre otros.

La receta de hoy es como la prepara mi madre, que nos la hizo hace unos días en su casa, solo decir, que cumplió los 90 años en mayo y sigue preparando esta exquisita fritada, como la de toda la vida, según ella…

Ingredientes:

  • 3 patatas
  • 2 calabacines
  • 1 cebolla
  • 2 pimientos verdes
  • 2 pimientos rojos
  • 2 -3 latas de bonito en escabeche pequeñas
  • Olivas negras de Aragón
  • Aceite de oliva
  • Sal

Elaboración:

Trocear el calabacín, la patata y la cebolla como para hacer tortilla, por separado y reservar. Cortar los pimientos en tiras.

Poner aceite en dos sartenes y freír en una sartén las patatas, pimientos y la cebolla, y en otra sartén freír el calabacín, este suelta mucha agua, por eso conviene cocinarlo aparte. Echar sal y una vez todo cocinado,  retirar, escurrir y colocar en una cazuela plana.

Poner la cazuela al fuego muy suave y añadir el bonito escurrido, agregar las olivas negras, mezclar y mantener en el fuego durante 2 minutos y lista una rica y nutritiva fritada aragonesa.

Se puede tomar como primer plato, queda deliciosa acompañada de un huevo frito, y como acompañamiento de un pescado o carne a la plancha queda exquisita, a mí me encanta tomarla fría. Se mantiene durante varios días en un tupper en la nevera.

SED FELICES.

 

 

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