
Las alcachofas confitadas son una verdadera delicia. Se saborea el auténtico sabor de la alcachofa y luego se pueden preparar así tal cual con unas escamas de sal, o tomar de diferentes maneras, según nuestra imaginación, pero yo aconsejo que se prueben simplemente confitadas.
La receta que hoy comparto son unas alcachofas confitadas con yema de huevo y unas virutas de jamón, que han quedado deliciosas.
Ingredientes:
- 6-8 alcachofas
- Aceite de oliva
- Escamas de sal trufada
- Huevos
- Virutas de jamón
- Perejil fresco
Elaboración:
Limpiar las alcachofas cortando las puntas y quitando las hojas verdes de todo alrededor, hasta que queden las hojas tiernas. Aquí hay que decidir donde parar, si quitamos pocas, luego quedarán hojas con fibra, muy molestas de comer. Poner en un recipiente con agua y perejil para que no se oxiden y pongan oscuras.
Para confitarlas se pueden dejar enteras o cortar por la mitad, como yo he hecho. A veces tienen «pelos» en el centro, en ese caso con la punta de un cuchillo se quitan.
Escurrir bien y poner en una olla, cubrir con el aceite y dejar a fuego bajo hasta que estén hechas, yo las tuve una hora y media, pero todo depende de lo tiernas que sean. La temperatura no debe pasar de 80 grados, si tenemos un termómetro de cocina se comprueba de vez en cuando. Si no, vigilar que no hierva el aceite, si empieza a hervir las apartamos del fuego hasta que baje un poco la temperatura.
