
Las espinacas, por su alto contenido en vitaminas y minerales, su riqueza en fibra y su poder saciante, compensan la cantidad de calorías que aportan el queso camembert, la nata, el jamón y el huevo.
Aunque la más común es la Quiché Lorraine a mí me gusta variarla y hacerla con ingredientes muy diferentes. Hoy le ha tocado a las espinacas y el queso camembert y como no, estaba exquisita, se puede poner otro tipo de queso, el que más os guste, de cualquier forma esta muy rica y sabrosa.
Ingredientes:
- 1 lamina de masa quebrada
- 1 bolsa de hojas espinacas de 300 gr.
- 200 gr. de queso camembert
- 4 huevos
- 200 ml. de nata para cocinar
- 125 gr. de jamón en taquitos
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Sal y nuez moscada
Elaboración:
Colocar la masa en un molde redondo, se puede poner con el papel que viene envuelta, o bien, untar el molde con mantequilla. Esta masa no sube por lo que no hay que hornearla antes.
Precalentar el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.
Saltear el jamón en una sartén con aceite, para que se ponga crujiente, rehogar las espinacas crudas hasta que se agachen. Saltear, salpimentar y sazonar con nuez moscada. Comprobar el punto.
Batir los huevos con la nata, salpimentar y mezclar con las espinacas. Poner en el molde y colocar por encima el queso cortado en láminas, meter al horno precalentado a 200 grados durante 45- 50 minutos o hasta que este cuajada y el queso dorado, dejar enfriar a temperatura ambiente y desmoldar.
A disfrutar de una sabrosa y sencilla quiche de espinacas y queso camembert.