
Aunque se trata de un plato de aprovechamiento, es decir, para dar uso a las sobras, su origen es mucho más exquisito, allá por el año 1.690, en tierras francesas, el cocinero de Luis XIV dejó constancia de esta receta «la croquette».
El secreto de una buena croqueta es un buen relleno, una bechamel suave y cremosa y un rebozado ligero y crujiente.
Cuanto les gustan a los niños las croquetas!
Ingredientes:
- 200 gr. de jamón ibérico o de Teruel.
- 100 gr. de harina.
- 1 litro de leche entera.
- 1 cebolleta.
- 80 gr. de mantequilla ( o 80 ml. de aceite de oliva).
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Elaboración:
Cortar la mantequilla en dados y poner a derretir en una cazuela. Picar finamente la cebolleta y añadir. Rehogar durante 5-6 minutos a fuego suave, e incorporar el jamón picado o en virutas, y saltearlo.
Añadir la harina y rehogar bien, verter la leche poco a poco si dejar de remover. Cocinar la bechamel durante 20 minutos aproximadamente, removiendo constantemente, cuando la masa se separe de las paredes de la cazuela estará hecha.
Poner en una fuente, tapar con papel film para que no haga costra y cuando este fría meter en la nevera.
Al día siguiente, formar las croquetas, pasarlas por harina,huevo batido y pan rallado.
Freírlas en aceite bien caliente, y si las acompañamos con una buena ensalada tenemos una cena 10 !