
El apio, Apium graveolens, es una hortaliza que pertenece a la familia de las umbelíferas y originaria del Mediterráneo.
La receta que hoy comparto es muy sencilla y sobre todo ligera, ya que el apio le da un sabor y frescor extraordinario además de quedar muy sabrosa es ideal para llevar en el tupper y congelar.
Este plato lo podemos dejar preparado para cualquier noche que no sabemos que preparar de cena, sobre todo los que trabajan hasta tarde y cuando llegan a casa no están para guisotes, congela muy bien, y si por la mañana se saca del congelador y se deja en la nevera , a la hora de cenar estará listo para calentar y comer.
Ingredientes:
- 3 pechugas de pollo
- 4 ramas grandes de apio
- 4 cebollas
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 12 olivas negras de Aragón
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta molida
Elaboración:
Partir la pechugas en trocitos, tipo tacos salpimentar y reservar.
Poner aceite en una cazuela y añadir la cebolla partida en juliana, el pimiento verde cortado en trocitos y los ajos cortados en láminas, salar y pochar durante 15 minutos, agregar el apio limpio, cortado en dados y seguir pochando hasta que la cebolla este de color marrón y el apio tierno.
Agregar las pechugas y las aceitunas , remover bien y dejar cocer durante 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que las pechugas estén cocidas. Dejar reposar.
Si lo vais a congelar dejar enfriar y meter en tuppers donde se pone una etiqueta con lo que hay dentro y la fecha de preparación.
¡Disfrutar de estas ricas y sencillas pechugas!