
Los pescados admiten multitud de recetas aunque luego generalmente solemos caer en hacer siempre sota, caballo y rey.
Nosotros no hemos inventado nada, es una de las tantas recetas que le hemos visto hacer a Martín Berasategui , y que sorprendió con esta forma de rematar los pescados.
La idea de utilizar la técnica de los tres vuelcos se puede hacer con casi cualquier pescado blanco fresco.
Yo lo he hecho con una lubina abierta para la espalda y ha quedado deliciosa y no puede ser más sencillo y rápido de preparar.
Ingredientes:
- 1 lubina de 800 gr. ( para dos personas)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta molida
Para el sofrito ( vuelcos)
- 1/2 vaso de aceite de oliva
- 4 dientes de ajo laminados
- 1/2 guindilla laminada
- Chorro de vinagre o zumo de limón
Elaboración:
Poner a calentar el horno a 200 grados.
Salpimentar la lubina abierta para preparar a la espalda (lo hacen en la pescadería), colocar en una fuente de horno con una pizca de aceite, y con la piel del pescado hacia abajo.
Cuando lleve unos 15 minutos, sacar la bandeja del horno, tiene que estar el pescado casi hecho pero a falta de un punto.
Poner el aceite a calentar en un cazo y añadir los ajos y la guindilla laminados, freír a fuego medio hasta que se empiecen a dorar ligeramente.
Volcar el aceite sobre el pescado y con cuidado pasar de nuevo al cazo el aceite junto con los jugos que ha soltado la lubina.
Calentar durante unos instantes el aceite de nuevo y repetir la operación completa.
A la tercera vez que se vuelca el aceite y los jugos, añadir el vinagre o zumo de limón, volcar sobre el pescado y listo para comer. El resultado es espectacular y muy recomendable, queda riquísimo y con una ensalada un plato completo.