
Del cardo se consumen sus pencas o tallos, para lo cual se los blanquea tapándolos de algún modo o con tierra durante su crecimiento. Estos tallos se preparan generalmente cocidos, una vez limpios de las hebras que llevan.
El cardo es una verdura de invierno muy apreciada en Aragón, yo lo he comido toda la vida en casa de mis padres, generalmente cocido y con salsa de almendras, aunque también esta delicioso simplemente cocido y con aceite y vinagre.
La receta que hoy comparta es con mejillones y os diré que ese toque marinero le va de miedo, es apto para el taper.
Ingredientes:
- 1 kg. y medio de cardo
- 500 gr. de mejillones
- 1 cebolleta
- 2 dientes de ajo
- 50 ml. de vino blanco
- Aceite de oliva
- 1 cucharada de harina
- Sal
- Perejil
Elaboración:
Rascar las conchas de los mejillones con un cuchillo, pasarlos por agua y ponerlos en una cacerola. Agregar el vino blanco, llevar a ebullición y retirar los mejillones según se van abriendo. Quitar las conchas y reservar. Guardar el caldo de la cocción por si se utiliza en la salsa.
Limpiar el cardo, retirar los filamentos y cortar en trozos iguales. Según se van limpiando, ponerlos en un recipiente con agua y unas ramas de perejil, así evitamos que se oxide. Hacer esta labor con guantes pues se ensucian mucho las manos.
Poner agua y sal en una cacerola y cuando empiece a hervir añadir el cardo cocer durante 20 – 30 minutos. Escurrir y reservar un vaso del agua de la cocción.
Pelar y picar la cebolla y el ajo en trozos muy pequeñitos, poner aceite en una cazuela y cuando esté caliente rehogar hasta que estén pochados, añadir 1 cucharada de harina rehogar y agregar un poco agua de la cocción del cardo, (también se puede utilizar el caldo de abrir los mejillones) cocer durante 10 minutos hasta obtener una salsa ligera (tipo besamel clarita).
Incorporar el cardo y mezclar con cuidado para que no se rompa, cocer cinco minutos y añadir los mejillones dar una vuelta y listo un plato sencillo, ligero y muy saludable.
¡Buen provecho!