
No hace falta irse muy lejos para llegar hasta la capital mundial del vermut. Reus, a unos 150 km al sur de Barcelona, fue la primera ciudad de Cataluña y de España, donde se empezó a elaborar este delicado licor. A finales del siglo XIX existían 30 empresas que producían más de 50 marcas diferentes.
Cocinar con vermut aporta a los guisos todos los aromas y sabores de las especias y hierbas que incorpora, que le aporta un toque amargo, y por eso contrasta y marida perfectamente con la cebolla caramelizada y la carne de pollo.
Ingredientes:
- 1 kg. de pechugas de pollo
- 3 cebollas grandes
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 200 ml. de vermut negro
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra molida
Elaboración:
Partir las pechugas en trozos, salpimentar y reservar.
Poner aceite en una sartén y freír el pollo con los dientes de ajo partidos y con piel, ir retirando según este dorado y colocar en una cazuela plana.
En el mismo aceite de freír el pollo añadir la cebolla cortada en juliana sazonar y caramelizar, añadir el azúcar cuando la cebolla este blandita, dejar cocinar hasta que este de color marrón.
Agregar el vermut y dejar evaporar el alcohol, añadir al pollo que tenemos en la cazuela y cocinar durante 5 minutos.
Listo un rico y sencillo pollo al vermut, que se puede dejar preparado de un día para otro, ideal para llevar en el tupper, y si sobra para congelar y consumir otro día que no tengamos tiempo de cocinar.
A disfrutar de la comida casera…