
La receta que hoy comparto es un delicioso Carpaccio de ternera, un plato riquísimo si te gusta la carne cruda. La mejor carne para preparar este plato es el solomillo.
El carpaccio es un plato de carne o pescado crudo cortado en filetes muy finos, y aliñados con aceite, vinagretas y escamas de queso. Existen muchas variantes, y hasta carpaccios de fruta.
La historia cuenta que el carpaccio lo inventó, en los años 30, un chef de la ciudad italiana de Venecia, Giuseppe Cipriani, bastante aficionado a improvisar. Como le encantaba la pintura italiana, decidió que el nombre de su nuevo plato sería un homenaje a Vittore Carpaccio, un artista local muy conocido.
Ingredientes:
- 200 gr. de solomillo de ternera
- 80 gr. de parmesano
- Un puñado de rúcula
- 4 pepinillos picados
- 1 limón
- 1 yema de huevo
- 1 cucharadita de salsa Perrins
- 1 cucharita de salsa Valentina
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración:
Envolver el solomillo limpio de grasas en papel transparente y meter en el congelador por lo menos 24 horas.
Sacar del congelador y dejar en la nevera durante 2 horas.
Cortar en rodajas muy finas con la mandolina y colocar sobre papel de horno, tapar con otro papel y pasar por encima el rodillo para que quede todavía más fino.
Poner en un bote de cristal, la yema de huevo, los pepinillos picados, la salsa Perrins, aceite de oliva, el zumo de medio limón, sal y pimienta negra molida, tapar y agitar hasta emulsionar.
Poner la rúcula en un bol, y aliñar al gusto.
Poner la carne en una fuente, sin que los trozos se sobrepongan, salpimentar y aliñar con la vinagreta, colocar en el centro la rúcula y añadir el queso parmesano cortado en lascas por encima (se puede hacer con un pelador).
A disfrutar de un delicioso carpaccio de ternera…
SONRÍE, después buscamos el motivo.